lunes, 13 de octubre de 2014

Olivos de Galicia Brava y Mansa.

Aquí os dejo unas fotos de unos olivos abandonados de las variedades Mansa y Brava.
El Valle de Quiroga en la provincia de Lugo, aún esconde cientos de ejemplares de estas variedades.
Aunque les llame variedades, no son tal. Ambas, aunque ya se han identificado, aún no están registradas en el banco mundial de germoplasma del olivo de la universidad de Córdoba.
Lo correcto, creo sería llamarles "raza" o "tipo" pero, bueno, nos entendemos.


Muestra de la dureza de este tipo de olivos, es que aún estando abandonados desde quizás 20 años, la mayor parte rodeados de maleza, obviamente sin poda, exceso de copa y ramas secas llenas de liquen, la mayoría de individuos tienen abundante fruto. No es una aceituna muy grande por tratarse de arboles que vegetan a sus anchas y producen más ramas que fruto. 


Recordar que el olivo en sí, es un arbusto. Si no se poda, tiende a volver a su origen de arbusto, Cuando vemos un olivo en forma de árbol, es porque el humano, con el paso de los años, le ha ido dando forma para su aprovechamiento agronómico y comercial.  Nacen chupones (hijos) en la base del tronco y en interior de la copa. Estos brotes interiores, al no tener suficiente luz, crecen hacía arriba, precisamente buscando dicha iluminación de la que carecen en el interior de la copa.



Es esa falta de luz y de poda, es la que convierte estos individuos en arboles/arbustos con ramas altisimas, que aunque producen fruto en la parte alta, son totalmente imposibles de recolectar.





Hemos empezado ha aclarar dichos olivos, para "bajar" su porte y convertirlos en unos tres años en aptos para recolectar el fruto. Se trata de hacer una poda de rejuvenecimiento, obligando al árbol a brotar a una altura tal, a la que se pueda llegar desde el suelo, ya sea manualmente o con ayuda de una vara. 


Estos olivos olvidados de la mano de Dios, se encuentran sobre bancales, también abandonados y que han sufrido las inclemencias del tiempo. Las abundantes lluvias durante estas decenas de años, han hecho su trabajo, deshaciendo los muros y numerosas escorrentías que habrá que arreglar.



Nos espera un duro trabajo, ya que la inclinación del 50% y la altura de dichos olivos, imposibilita las labores normales de aplicación de productos foliares y la cosecha.  Vamos a instalar una tirolina para el transporte de los troncos resultantes de la poda y  los capachos con el fruto hasta la carretera superior.  Una simple motosierra de apenas unos kilos, se convierte en un mastodonte cuando tienes que volver a subirla a la carretera al finalizar la jornada. A pesar de la dureza del trabajo que requiere, la olivicultura heroica nos da satisfacciones superiores a las que pueda dar una plantación convencional, precisamente por la dificultad que conllevan las labores. Nada que ver con una plantación en llano o con ligera inclinación. En este caso, hay que olvidarse de ningún tipo de maquinaría que no sea una motosierra o desbrozadora.  


Este fin de semana, 11/12 de octubre 2014, las aceitunas ya están en pleno envero(proceso de cambio de color de verde/morado/negro que indica el inicio del proceso de maduración del fruto) lo que nos hace pensar en ir organizando la cosecha. Los frutos son algo pequeños, con una media de 2.5 gramos, pero para este año, sin apenas mantenimiento, nos daremos por satisfechos. El año próximo, otro gallo cantará. Al fin y al cabo, se trata de aprovechar el fruto que se pueda recolectar, a sabiendas que el trabajo será mucho más valioso que el fruto recogido. 


En unos meses subiré fotos de los avances de adecuación y transformación de estos olivares.

CONTINUACION 20 de mayo de 2015

Como continuación a las labores de recuperación de las variedades mansa y Brava del olivar gallego, mostramos unas fotos indicativas de que todo va viento en popa y la naturaleza se deja llevar por los caminos pretendidos.
Aparte de dar a cada olivo una poda de aclareo para que le entre luz y eliminación de algunas ramas verticales e improductivas, se practicaron cortes en el tronco, forzando al olivo a emitir brotes justo por debajo de dichos cortes.
Como explicábamos anteriormente con respecto a bajar la altura de estos olivos, una de las formulas era hacerlo brotar bajo para posteriormente eliminar las ramas excesivamente largas y que alcanzaban alturas nada “trabajables”.
En las fotos podemos apreciar como la naturaleza nos ha obedecido. Podemos ver justo debajo de los cortes, las brotaciones que más adelante se convertirán en ramas. No todas, dejaremos inicialmente dos o tres ramas y después una sola.
Tras un par de años, podremos entonces eliminar por completo la parte de la rama que se encuentra por encima del corte efectuado.
No solo en los pequeños cortes ha brotado el olivo. Incluso en los cortes totales de ramas.



El motivo de no haber cortado de una vez las ramas excesivamente altas, ha sido por no desproveer al olivo de todas sus ramas con hojas. Aunque se trata de un árbol muy fuerte y resistente a la intervención humana, cabe recordar que como cualquier otra especie arbórea, éste se alimenta de los nutrientes del suelo y de la fotosíntesis que se produce en sus hojas para convertir la savia bruta en savia elaborada.
La función clorofílica o fotosíntesis consiste en transformar las sustancias inorgánicas que la planta toma del suelo y la atmósfera en compuestos utilizables por la planta para su crecimiento y desarrollo. Para ello necesita del agua que absorbe por las raíces, el anhídrido carbónico presente en la atmósfera que toma por las estomas, las radiaciones solares y la clorofila que es un pigmento verde abundante en los cloroplastos de las hojas. En las hojas se produce la transformación de la energía luminosa en energía química almacenada en forma de azúcares que van a servir para alimentar a todas las células de la planta. Dicho de otra manera es en las hojas, principalmente, donde tiene lugar la conversión de la savia bruta en savia elaborada.  


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