jueves, 2 de febrero de 2017

EL SISTEMA RADICULAR

EL SISTEMA RADICULAR

Las raíces de los olivos son muchas veces olvidados ya que el noventa por cierto de lo que se ve del árbol es la parte aérea y tenemos tendencia a descuidarlas, siendo esto en mi opinión un grave error. Una planta comienza en sus raíces, y son tanto o más importantes desde el punto de vista funcional de un árbol que la parte aérea, por muy bonita que esta sea. Son las encargadas de procurar el sustento del árbol, tanto mecánica como vegetativamente, es decir, procuran el anclaje al suelo del árbol soportando su estructura y evitando que caiga, y además le proporcionan buena parte de los compuestos necesarios para que crezca y se desarrolle. El olivo tiene un sistema radicular pivotante. Ello significa que si la tierra donde se asienta no es excesivamente dura, emitirá una raíz central vertical encargada de sostener al árbol y lateralmente crecerán raíces laterales relativamente superficiales. Mas adelante, en la sección del laboreo, veremos la importancia de conocer este ultimo detalle para decidir si queremos usar el rotavator (fresa) o no. 



Olivitos de apenas unos meses en bolsa de dos litros.

Las raíces son las encargadas de recoger la humedad y nutrientes que subirán por el tronco. Quiero dedicar este párrafo a la importancia de las raíces ya que en Galicia, en los últimos años, hemos fallado en este factor capital. Es lógico y fácil de entender que cuanto mas raíces, mas comerá nuestro árbol. He comprobado involuntariamente, como un olivo de varios años al que le he tenido que dejar solo un pequeño brote, conservando sus raíces adolescentes, hacía crecer ese brote a una velocidad impactante. Imaginemos un olivo centenario con un tronco de 50 cm. Aunque no se ven, debe tener un sistema radicular gigantesco. Pues imaginemos que en un incendio, arde el árbol menos las raíces que están bajo tierra. Si el olivo vuelve a brotar, que lo hace, ese nuevo brote recién nacido, se alimentará con un sistema radicular centenario y crecerá a una velocidad de vértigo. Se me ocurre un símil, imaginemos que le ponemos un motor de formula uno a un seat 600. Para este hipotético caso, pensemos solo en la velocidad y no en otros resultados obvios. En una ocasión tuve una experiencia que reforzó esta teoría. Tengo un olivo de unos 4 años en maceta. Era un chupón retirado de un olivo centenario y tenía un tronco de unos 15 mm de grosor y metro y medio de alto. Descubrí que nacieron a lo largo del tronco, una decena de verrugas características de la tuberculosis. Tratándose de un olivo autóctono de la variedad brava gallega, con un valor inestimable para mi y a pesar de tal enfermedad, me resistía a tirarlo o incluso quemarlo que sería lo apropiado en ese caso. Tengo entendido que la tuberculosis en el olivo no se cura, solo se puede prevenir. A sabiendas de esto, con un cutter, corté las verrugas y apliqué una masilla a base de oxicloruro de cobre. A los pocos meses volvieron a aparecer las verrugas y además con más fuerza. Cuando ya lo había sentenciado, aprecio un pequeño brote que emergía de bajo tierra y ya con unos cinco centímetros. Fué entonces cuando vi la oportunidad  de cortar el tronco infectado y dejar el nuevo brote como tronco. No me quiero hacer ilusiones, pero hoy, cuatro meses después, ese brote tiene ya un metro de alto e incluso copa formada con unas diez ramas laterales. Ninguno de mis olivos a crecido a tal velocidad, lo que me demuestra que con el sistema radicular de varios años alimentando un pequeño brote, el resultado es una velocidad muy superior a la normal. No tengo mucha fé en que no vuelvan a salir las verrugas en el nuevo tronco. Si así es, este olivo alimentará mi barbacoa algún domingo de estos.
Mis primeros olivos que citaba al principio de este escrito, medían 30 cm y con un sistema radicular alojado en un tiesto tamaño yogur. Ya os he hablado de lo mal que iban de hecho los he arrancado. Hoy en día, no planto nada que no tenga al menos un sistema radicular de dos litros. O sea bolsa o tiesto de unos 12 cm de diámetro y 20 cm de alto.



Olivo con sistema radicular minúsculo que tras dos años, sigue igual.

Estoy convencido que este detalle es clave. Incluso mas importante que la edad del plantón o la altura del mismo. Quizás en tierras muy fértiles, esto no sea importante, pero en Galicia tenemos que jugar sobre seguro y este factor es capital, en mi opinión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu aportación....