jueves, 2 de febrero de 2017

Variedades Gallegas

VARIEDADES GALLEGAS

Algunos les llaman razas como si de perros se tratara, otros plantar, otros cultivar, a mí me suena mejor variedad. Eso lo entiende todo el mundo.
Dicen que en el mundo existen 800 variedades catalogadas, 238 en España y dos de ellas se encuentran en Galicia. En realidad en nuestra comunidad hay dos variedades ya registradas pero se conocen más. Se habla de 7 variedades diferentes a  las conocidas en el mundo. Las dos que ya se han registrado en el banco mundial de germoplasma del olivo de la universidad de Córdoba, es LA BRAVA y la MANSA GALLEGA. Por capricho de quien las inscribió, la primera es un solo vocablo y la segunda ya indica que es gallega, pero ello no tiene importancia ninguna, simplemente es una denominación que se ha propuesto y se ha aceptado.  
Me permito indicar que cuando una variedad no está registrada, simplemente para la administración no existe. Ni se puede citar con su nombre popular, ni se puede comercializar. Por ejemplo, la BRAVA se está citando desde hace años porque las gentes de la zona así la vienen llamando, pero en realidad oficialmente no existía hasta el año 2014. Está ahí, pero legalmente no existía. De hecho, hace un par de años, yo he enviado muestras de ambas para su identificación varietal mediante ADN y el citado organismo me decía claramente: No se encuentran coincidencias.

Ello confiere a la Mansa, a la Brava y a las otras cinco (sin nombre) una exclusividad mundial. Solo se conoce que exista en Galicia y el ADN no engaña, no hay ningún olivo en el mundo de estas variedades, o sea con el mismo ADN.
En varios desplazamientos a la zona del Valle de Quiroga donde abundan estos olivos centenarios, autóctonos y mastodónticos, Pedro, un amigo experto de allí, me ha enseñado a diferenciar entre la Brava de la Mansa por sus diferencias en las hojas. La aceituna también es diferente, en forma y tamaño.

Hablando con la gente mayor de la zona, algunos afirman que existen otras variedades autóctonas aparte de las dos citadas. Un anciano de Anguieiros, en frente a Montefurado, afirmaba tener olivos de la variedad Picuda galega (popular). De hecho cuando hacía este comentario, estábamos delante de uno de sus olivos centenarios y efectivamente el fruto era puntiagudo. No le dije mi opinión al respecto por no herir sus sentimientos y por el respeto que este tipo de personas me merecen.  
No seré yo quien dude de su afirmación, pero tampoco me atrevo  asegurar que sea una variedad única, autóctona y sin catalogar. Es tan sencillo hacerse con plantas o esquejes de otras zonas lejanas o no tanto, que apuesto más por que se trate de una variedad conocida, plantada en Galicia. Simplemente, aún no se sabe que es…
No es que lo quiera dudar, insisto, simplemente que hasta que no se haga una identificación varietal, pues no se sabe. La gracia de esto es que por cada muestra que envíes, cobran 121€ más el transporte, o sea 130€.





Parte del certificado de identificación varietal

Me encantaría identificar cada olivo centenario que está en mi finca o a mi alcance, pero solo me puedo permitir analizar alguno que vea claramente diferente a los otros. Si te quieres asegurar que lo que tienes es por ejemplo Brava y así te lo confirma el certificado, pues muy bien. Pero si el certificado te dice: No se encuentran coincidencias. Te has quedado como estabas pero con 130€ menos. De acuerdo que sabrás que tienes un olivo de una variedad única en el mundo o por lo menos no catalogada, pero si lo único que quieres es obtener su fruto y éste es lo suficientemente productivo y el aceite que te da es de calidad, entiendo que no se hace necesario deshacerse de los 130€.

Otra cosa es que quieras hacer aceite de oliva monovarietal o pretendas multiplicar nuevos olivos a partir de un individuo que te guste por algún motivo. Obviamente debes saber que estás multiplicando y la administración te exigirá los pertinentes análisis varietales oficiales.


En una ocasión, en otro de estos desplazamientos a esa zona y con intención de hacerme con algunos esquejes, para precisamente multiplicar, localicé varios ejemplares muy voluminosos y sanos. Mi intención era tener varios plantones de esas variedades autóctonas en mi finca. Como ese día se celebraba en los alrededores la “Mostra do aceite de Quiroga”, no podía coger esquejes de los olivos, a riesgo de que me vieran y me metieran bajo la piedra circular que en ese momento estaba moliendo aceitunas, con la energía de Jorge. Así llamaban al burro que hacía girar la piedra de la almazara de Bendilló.

Jorge en plena faena (Fuente: La Voz De Galicia)

Como decidí volver otro día que no hubiera parabólicas en la zona y recoger los ansiados esquejes, aproveché el rato charlando con un señor de avanzada edad, ambos sentados en un muro de piedra. Menos mal que me dio por entablar conversación…
Le pregunté cuál de esos dos olivos majestuosos era Brava y cual era Mansa…Yo con alto grado de interés, no del didáctico, sino del interés de “mangar” unas ramitas como si fuera semana santa, además, esquejes monovarietales…. Que lujo.
Me contesta el anciano: No home non… Estes de aquí, trouxéronos de fóra para que quedasen bonitos arredor do muíño. Seica de Toledo.
Menos mal, encima que me iba a jugar el pellejo y dedicarle horas a multiplicar plantones para conseguir el día de mañana olivos autóctonos, resulta que eran de la variedad Cornicabra. El paisano dijo que los trajeron de Toledo. Sabiduría no, me salvó de una metedura de pata monumental.



No quita que plantemos diferentes variedades, no digo que no, pero utilicemos variedades locales y las que se haya demostrado que pueden ser interesantes para Galicia. De hecho, más adelante hablaré de la conveniencia de mezclar variedades para provocar la polinización cruzada.
No tienen por qué servir todas por muy gallegas que sean. Si resulta que crecen poco, son proclives a hongos o bacterias, el fruto es escaso o pequeño, éste contiene poco aceite o simplemente el aceite resultante no llega al estándar de calidad suficiente, pues simplemente no interesa. Es cuestión de quedarse con las que interesan, lo gallego no da rendimiento “per se”. Si es rentable y gallego, pues ideal.
Con el aceite pasará lo mismo, no por gallego va a ser mejor. No nos engañemos, es diferente pero no por ello mejor.
La categoría del aceite se mide por su calidad comercial, no por su origen. Que sale virgen extra, pues perfecto.

Antes, aprovecho este espacio para hacer una importante aclaración sobre una variedad portuguesa. Se trata de la variedad “A Galega”, mayoritaria en el norte de Portugal. No tengo nada en contra ni a favor de ella, pero, si quiero aclarar que es una variedad tradicionalmente portuguesa. No tiene nada que ver con Galicia ni con España. Solo que quien le puso el nombre oficial, la llamó así. Es como nuestra ensaladilla rusa, de rusa no tienen nada.



No voy a citar todas las 800 posibles variedades, pero si, enumerar las que a mí me parecen que pueden encajar en Galicia por su adaptación y fructificación aparte de las autóctonas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu aportación....