jueves, 2 de febrero de 2017

El suelo en Galicia

NUESTRO SUELO

Todos los factores son importantes, pero sinceramente el terreno donde se va a ubicar para siempre nuestro pequeño olivo es con diferencia el que más atención requiere.
En Galicia tenemos en general un terreno muy acido. Ello nos dará unos valores de Ph muy bajos para este y otros cultivos como lo es la viña. Cada año, tendremos que destinar cierta cantidad de dinero a enmendar esta característica negativa para el olivo. En nuestra comunidad el Ph de la tierra se encuentra entre 4.50 y 5.50 y el olivo para poder absorber los nutrientes, requiere de un Ph cercano a 6 o 7 incluso.

Es curioso que tengamos en nuestra comunidad una grandísima cantidad de materia orgánica así como humedad y sin embargo nuestro suelo no es capaz de transformarlo en nutrientes asimilables para nuestros olivos.



QUÉ ES UN SUELO AGRÍCOLA

Es el lugar donde se desarrollan las raíces de las plantas. Está formado por una gran variedad de minerales y seres vivos. Tiene la misión de sustentar las plantas y proporcionarles nutrición. Las características de la roca madre de la que procede el suelo unido a las condiciones climáticas, dan unas características especiales a cada uno de ellos.

Asimismo la acción del hombre, cultivando el suelo, también provoca cambios en el mismo. A lo largo del tiempo, se van distinguiendo varias capas o perfiles que básicamente coinciden en todos los suelos.

COMPOSICIÓN DEL SUELO

Los componentes del suelo son básicamente cuatro: Agua, aire, minerales y materia orgánica. Es imprescindible que para que un suelo sea fértil, mantener las proporciones de estos componentes, pues si se rompe el equilibrio pueden surgir problemas graves. Un aumento de la cantidad de agua en detrimento de la cantidad de aire, puede provocar la asfixia de las plantas. Por el contrario, un descenso del agua, por debajo de cierto nivel (punto de marchitamiento) puede provocar que las raíces no puedan tomar agua. Asimismo la materia orgánica es imprescindible en un suelo, pues junto a la arcilla, van a formar la molécula que da la fertilidad al suelo, el complejo arcillo húmico. Este agregado tiene la particularidad de poder retener todos los nutrientes del suelo, excepto los de carga negativa, como los nitratos, por ello los nitratos son tan móviles y si se aplican en exceso o en el momento en el que las plantas no lo tomen, se pierden por lavado. Los minerales del suelo están formados principalmente por Arena, limo y arcilla, así como carbonatos, silicatos, etc. Pero también y no menos importante, hay seres vivos en el suelo, bacterias, hongos, nematodos, invertebrados, etc. Estos seres vivos tiene la misión de descomponer la materia orgánica en minerales. Pero también pueden ser perjudiciales para las plantas, como los hongos fitopatógenos (verticilium, phytophtora y Fusarium) y nematodos.

EL PROBLEMA DE LOS SUELOS ACIDOS 

Son suelos ácidos todos lo que tienen un pH bajo, por debajo de 7 und. Pero cuando un suelo alcanza un pH tan bajo como 5,5 und, entonces estos suelos se vuelven problemáticos. La causa más frecuente de la acidificación del suelo es el lavado del calcio en regiones con mucha pluviometría. En regiones no tan lluviosas, la acidez proviene de la roca originaria, pobre en cationes. En un suelo ácido, el complejo arcillo húmico está ocupado por cationes H+ y Aluminio. Un exceso de aluminio es muy perjudicial para las plantas, pues este elemento es tóxico, lo que les provocará la muerte. Cuando el pH del suelo sea menor a 5,5 und y el análisis del Calcio del suelo de cómo resultado un valor menor a 1.000 mg/kg, entonces se aconseja realizar una corrección de la acidez, es lo que se llama enmienda caliza ó encalado. Los productos que se utilizan son cal viva, cal apagada, calizas, dolomitas, etc. 

EL PROBLEMA DE LA MATERIA ORGÁNICA

La materia orgánica de los suelos son los restos orgánicos vegetales, más o menos descompuestos, que se encuentran en el suelo. La materia orgánica es imprescindible pues como hemos visto anteriormente, forma junto con la arcilla, la molécula arcillo-húmica, que es la responsable de la fertilidad del suelo. Asimismo, de la materia orgánica se alimentan los microorganismos del suelo y a su vez, estos microorganismos, descompondrán la materia orgánica en minerales, que tomarán las plantas. Así pues, todos estos factores hacen que la materia orgánica sea el parámetro más importante del suelo y que por sí mismo, nos indica de forma indirecta si un suelo es fértil cuando está en buena cantidad.
Cuando en un suelo la materia orgánica es inferior al 2 %, se aconseja realizar una enmienda orgánica, con cualquier tipo de materia prima, ya sea un abonado en verde, compost de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), lodos de Depuradoras (EDAR), Estiércoles de animales, Restos de poda, Restos de animales, etc

EL PROBLEMA DE LOS SUELOS POBRES

Los suelos muy pobres son aquellos en los que la productividad es muy baja y no es rentable el esfuerzo económico y de trabajo que se hace, para sacar adelante el cultivo.
Lo primero que tenemos que hacer es un análisis del suelo, de esta forma encontraremos el problema de la baja productividad y posteriormente con ayuda de un técnico agrícola, tomaremos las medidas de corrección necesarias, que casi siempre son posibles.

POR QUÉ HACER UN ANÁLISIS DE SUELO

Al igual que no nos embadurnamos cada mañana antes de salir de casa, con Betadine y nos tomamos una aspirina, por si a lo largo del día nos hacemos una herida en alguna parte del cuerpo o nos da dolor de muelas, tampoco demos abusar de los abonos o nutrientes que aportamos a nuestro olivar.

          Un análisis de suelo se hace por varios motivos, principalmente por:
1.    Se va a hacer una nueva plantación.
2.    Se tenga un problema de baja productividad (suelos pobres)
3.    Para planificar el abonado
4.    Efectivamente, siempre que se vaya a realizar una nueva plantación, hay que realizar un análisis de suelo para conocer las características del mismo, si puede tener algún tipo de problema, que riqueza tiene, etc.
          En un análisis de suelo normal se deben de analizar siempre los siguientes parámetros:
1.    Los nutrientes. Estos son el nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio. Nos servirá para planificar el abonado.
2.    El pH del suelo, nos indica si tenemos un problema de suelo acido o demasiado básico.
3.    La conductividad nos indica si tenemos un problema de sales.
4.    La materia orgánica nos indica, como ya dijimos, de una forma indirecta, la fertilidad del suelo, y si debemos realizar aportes de ella.
5.    Caliza Total y Activa nos indica si vamos a tener un problema de exceso de caliza.
6.    Las características físicas del suelo. Estas vienen determinadas por la textura, que es la cantidad de arena, limo y arcilla del suelo. Nos va a indicar si va a ser un suelo demasiado arcilloso y por tanto con poca permeabilidad, o por el contrario un suelo muy arenoso, y por tanto pobre y con poca capacidad de retención de agua.
          Un problema  de baja productividad, se puede estudiar mediante un análisis del suelo, pudiendo estar ocasionado por varias causas, como se ha visto en el punto anterior.
          Por último, para realizar un correcto abonado, es necesario conocer las reservas del suelo en cuanto a los principales nutrientes, NPK y la materia orgánica.
          Así, en base a esas reservas, podremos recortar en la aportación anual de abono o por el contrario aumentarla, cuando las reservas sean deficitarias. 

COMO CORREGIR EL PH DE NUESTRA TIERRA

Un suelo ácido será aquel cuyo pH presente valores inferiores a 7.  Cuando la naturaleza de nuestro terreno es ácida se pueden presentar las siguientes deficiencias minerales:
Fósforo - Calcio - Magnesio - Molibdeno - Boro

La capacidad tampón del suelo es impresionante. Esto quiere decir que se necesitan cantidades ingentes de compuestos minerales para corregir un poco el valor. Esto se reduce a costes económicos importantes, dependiendo de la superficie de nuestro terreno. Sólo se recomienda realizar estas actuaciones cuando se tienen valores de pH del suelo muy ácidos, donde se dificulta enormemente el desarrollo de los olivos.
Podemos utilizar 2 elementos para realizar una corrección de pH. Por un lado, estaría la cal viva y por otro, la caliza. En Galicia se está obteniendo resultados adecuados con caliza magnesiana.

Nitrógeno

No tendremos ningún problema de disponibilidad de nitrógeno para nuestros olivos siempre que el pH del suelo se encuentre entre 5,5 y 8.

Potasio

Si el pH del suelo es normal (cercano a 7), no existirá ningún problema de asimilación de potasio. Pero si: pH > 8: se produce un antagonismo con el calcio.

Fósforo

Tenemos varios comportamientos:
  • Si pH < 6,5: precipita con hierro y aluminio.
  • Si pH > 7,5: precipitará con el calcio.
  • Si pH >8,5: se solubiliza con sodio.

Calcio

El calcio es el elemento por excelencia en un suelo básico o alcalino. Una planta cultivada en un suelo ácido es susceptible de tener problemas de carencia de calcio. Todo dependerá de los niveles necesarios para su desarrollo.

Boro

Cuando el suelo tiende a pH alcalino, se presentan deficiencias de boro.
Molibdeno
Si el pH de un suelo es ácido, las plantas cultivadas en él son susceptibles de presentar carencias de molibdeno.
Hierro, magnesio, cobre, cinc y aluminio
Todos estos elementos aumentan en solubilidad y disponibilidad para las plantas cuando el suelo es ácido. A medida que el pH disminuye, aumenta su movilidad. Por lo tanto, un suelo básico o alcalino es susceptible de presentar déficit en hierro, magnesio, cobre, cinc o aluminio. Recordemos por ejemplo, la clorosis férrica (la más famosa de las carencias) por falta de hierro y su corrección con dichos quelatos.

Un suelo ácido o excesivamente ácido presenta una menor actividad de microorganismos y un menor desarrollo radicular. La asimilación del hierro mejora pero no lo hace por igual la del fósforo o el nitrógeno (elementos muy importantes en nuestro olivar). Sin embargo, para que realmente pensemos que vamos a tener problemas por pH ácido es a partir de 5,5. 
Visto lo visto, de poco nos sirve gastarnos el sueldo en abonos si nuestro olivo no es capaz de alimentarse por sí solo o nuestra tierra no transforma los abonos que aportamos. Lo primero y más importante, subir el Ph cercano a 6.5 y la naturaleza hará casi todo el resto.

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